Los cubrebotas o cubrezapatillas de ciclismo tienen dos objetivos primordiales que destacan por encima del resto: proteger al pie del frío, el viento o la humedad y proteger a las zapatillas de elementos externos que pueden dañarlas, como el barro, el agua o de rozaduras. Por lo tanto, este accesorio está pensado principalmente para la temporada de otoño-invierno, donde las lluvias y las bajas temperaturas son más frecuentes, aunque en carretera pueden usarse todo el año para ganar aerodinámica, en ese caso de un material más fino y compresivo.
La variedad de materiales con los que están elaborados es amplísimo: desde la lycra, flexible y muy transpirable, hasta el Gore Tex, impermeable y ligero, pasando por materiales resistentes al viento y que mantienen la temperatura del pie siempre a unos niveles térmicos óptimos para el ejercicio como el windstopper. Otro sello distintivo de las prendas y accesorios ciclistas es que nunca deja de lado la estética. En el caso de los cubrabotas o cubrezapatillas de ciclismo tanto Shimano como BBB. Se esfuerzan por que sus productos sean atractivos a la par que eficaces.
Hay que diferenciar entre montaña y carretera, debido al nivel de protecciones del producto más pensado para caminar en los de montaña que en los de ruta.